Creo que voy a dejar de leer la prensa. Tengo unas pastillas contra el ardor de estómago y suelo tomarlas, pero es que es mejor vivir desinformado que intentar estarlo. Hace muchos años intenté estudiar derecho, Derecho, la carrera, no me refiero a estudiar de pie, y lo dejé porque no podía soportar toda la información incorrecta y las burradas que decían los políticos. Me subía por las paredes. A día de hoy, creo que me habría ido mucho mejor no leerme el Estatuto Catalán de mierda, que nadie leyó, pocos votaron y muy pocos de los que lo votaron leyeron.
Leo en la prensa que con la sentencia de este politizado y blandito Tribunal Constitucional que tenemos en España, se recorta el uso del catalán en Cataluña.
Hay que decir que en Cataluña las administraciones públicas, excepto la del estado, son todas monolingües y sólo y exclusivamente, utilizan el catalán. El caso es que pese a este monolingüismo, a los ciudadanos aún se les permitía elegir cual de los dos idiomas oficiales, catalán o castellano, utilizan para comunicarse con la administración.
En el ambito particular, existe cierto relajo y es normal que los municipales, los policías autónomicos, funcionarios etc., utilicen el castellano, tanto para comunicarse con el ciudadanos, como entre ellos mismos. Eso sí, nada por escrito. Que lo castellano se lo lleve el viento. Fuera sanciones y malos rollos.
Pero como en todas partes hay gente fanática, los fanáticos estaban desprovistos de un marco legal que les amparara a la hora de decidirse a mostrarse intransigentes y patriotas, es decir, en el fondo las leyes no amparan a los fanáticos catalanistas de la santa imposición monolingüe. Pero el Estatuto remendaba este pequeño problema que algunos independentistas hasta la médula se encuentran en su vida diaria.
Con el Estatuto de los cojones, lo que se venía a imponer, aunque aún no ha llegado a llevarse totalmente a la práctica, es la obligatoriedad del uso del catalán en el trato con las administraciones catalanas. Es decir: ya no sólo la administración sería monolingüe, además, con el pertinente desarrollo reglamentario, nada impediría que por Ley los ciudadanos tuvieran que dirigirse a las administraciones catalanas obligatoriamente en catalán y que los funcionarios pudieran usar exclusivamente el catalán sin preocuparse de si son entendidos o no lo son, o si esto deja a algún ciudadano indefenso, desinformado o desatendido porque el uso del catalán se situaría muy por encima de cualquier otra cosa.
Y las quejas, al Sindic, es decir, un ciudadano no podría acudir al Defensor del Pueblo, y al ser el Sindic el defensor del pueblo en Cataluña frente a todo lo relacionado con la Generalitat, se supone que igualmente las quejas deberían ser escritas y presentadas en catalán, con lo cual se creaba un circulo vicioso y un escudo protector de impunidad absoluta.
Bueno, esta cabronada tan claramente inconstitucional, se está vendiendo en la prensa progre y no tan progre como un recorte a los derechos lingúisticos del catalán. Como siempre hace la progresía de mierda, es el mundo al revés. Lo que se pretendia establecer es un recorte a los derechos lingúisticos de los castellanohablantes, pues los de los catalanohablantes no se recortan ni se alteran. En todo caso se podría reconocer que el Estatuto contenta lingüisticamente a los catalanes más fanáticos y excluyentes, pues sus acciones estarían amparadas por el Estatuto. Actos como el de exigir a un ciudadano nacido en Cataluña que se exprese en catalán, negarle el derecho a traductor en un juicio, o presentarle toda la documentación legal en catalán, sería legal.
Así que, españoles, no se les ocurra parir en Cataluña y vivir fuera porque como el niño crezca y tenga un percance legal en Cataluña, no tendrá derecho a traductor. Cuanto más fácil lo tienen los terroristas de ETA, con derecho a traductor.
Pero todo este disparate fascista del Estatuto, algo recortado por el TC, nos lo venden como un recorte de libertades. Este es el tipo de información que tenemos en España, una información completamente falsa, donde lo blanco es negro y lo negro blanco.
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