jueves, 29 de julio de 2010

Calentamiento global, el cuento del dióxido.

Yo también era de la secta verde anticalentamiento global. No estoy a favor de la contaminación, ni de toda esa porquería que sale de los tubos de escape, pero esto no debe ser excusa para que se nos imponga una nueva dictadura supuestamente ecológica y preocupada por el futuro del planeta.

Vivía yo muy contento suponiendo que sabía todo sobre el calentamiento global, que si el dióxido de carbono, que si el efecto invernadero, y vamos, que lo tenía todo claro y podía si me apetecía, mostrarme como un talibán ecológico sin que nadie me rechistara porque la propaganda oficial coincidía plenamente con mis postulados.

Desgraciadamente, comencé a informarme sobre el tema y, joder, la cosa ya no era tan fácil. Las cosas son sólo fáciles cuando no te documentas y aceptas la versión preponderante, de la masa, entonces todo es fácil y discurre conforme al plan establecido, pero cuando comienzas a investigar... maldita manía la de contrastar la información, resulta que todo se desmorona.

Para empezar, creo que ya he dicho que estoy en contra de la contaminación y todas esas cosas, y de los transgénicos también, que quede constancia también de eso, pero lo que no nos dicen los medios de desinformación, y los políticos, es que existe en el registro geológico pruebas indiscutibles de épocas donde la temperatura de la tierra era muy superior a la actual, más de diez grados. También tenemos, bueno, los tienen los cientificos, datos de épocas mucho más frías que la actual. Por tener, incluso sabemos de una pequeña edad de Hielo en Europa durante la época de la Revolución Francesa, y sabemos de otra calurosa en plena Edad Media. Epoca calurosa que propició que en Inglaterra se cultivara vino, esto sale en las pelis de Robin Hood, con el monje borrachín y un clima Mediterráneo.

Para el que no lo sepa, en aquellas épocas no había coches, ni contaminación humana apreciable. Si retrocedemos más en el tiempo, también sabemos, bueno, saben los científicos, que en el 12.000 antes de Cristo en Egipto llovía a raudales.

¿Qué pasó, cómo pudo ser eso?

No lo sabemos. Los científicos no se ponen de acuerdo sobre las causas. Lo único indiscutible es que el clima terrestre cambia y puede cambiar de forma brusca en un lapsus de tiempo que terminos geológicos es insignificantes. Que estos cambios han influido y diezmado la población animal y vegetal del planeta, también es evidente. Se han encontrado en Siberia mamut congelados con plantas en la boca. Es decir: el clima cambió de forma tan súbita que estos animales se congelaron en muy, muy poco tiempo, posiblemente en un sólo día. Esto supone un cambio climático instantáneo de entre 10 y 20 grados.

¿Qué lo produjo? NO se sabe, pero es seguro que no fue el tubo de escape de nuestro coche.

Pero analicemos las posibles causas de esta locura climática.

Algunas evidencias históricas apuntan claramente a erupciones volcánicas. Esto está comprobado. La siguiente causa está relacionada con el posible impacto de meteoritos, que producirían efectos parecidos a los de las erupciones volcánicas. La siguiente causa posible y tenida como la más importante, es la actividad solar.

Nuestro clima estaría directamente influenciado por la actividad solar. Esto explicaría muchas cosas, como es la inmediatez y la falta de un patron terrestre, pues ese patrón habría que buscarlo muy lejos de la Tierra, en la actividad solar.

Otra posible causa está relacionada con el campo magnético de la Tierra y la inversión de dicho campo magnético, que ocurre aproximadamente cada 20.000 años. El motivo se desconoce y ahora estamos cerca de un cambio en la polaridad magnética de la Tierra. Este cambio también se ha especulado que puede estar relacionado con la actividad solar, que podría ser también periódica, pero totalmente desconocida para nosotros.

Estos son los datos científicos. Pero la teología de los talibanes ecologistas impiden cualquier voz disidente. No sostener la postura oficial te manda directo al menosprecio, la burla y el insulto de los concienciados proteccionistas planetarios.

Como antiguo talibán ecologista, puedo decir que igualmente deberíamos reducir la contaminación, y la depredación humana de las grandes multinacionales sobre el planeta, pero ese propósito no debe ser la cortina de humo que nos impida ver y entender la verdadera naturaleza de nuestro planeta.

La Tierra está a merced del Sol, de su actividad solar. Quizás no sea casualidad que los humanos hayan dado tanta importancia religiosa al Sol. Y lo que es incuestionable es que el planeta ha vivido cambios climáticos parecidos, iguales o mucho peores que el actual. Así que centrar el cambio climático exclusivamente en un resultado de la actividad humana, como mínimo, se puede afirmar, según el registro geológico, que es falso.

3 comentarios:

  1. ¿Ves lo que pasa por leer?

    Si ya lo decían en Farenheit 451...

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  2. Me he comido una h en Fahrenheit, la h de huevón.

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  3. Sí, es mejor vivir en la más completa ignorancia. Por lo que veo a mi alrededor, se vive mucho mejor, más feliz e incluso con mucho más dinero.

    Saludos.

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