Ha triunfado la hipocresía del buenismo del mátalo como sea pero que yo no lo vea, sobre la cruda realidad.
En el ruedo se ve la muerte del toro. Un toro que puede matar al torero. Un toro que a su manera lucha por su vida. En los mataderos millones de animales son matados con impunidad absoluta, escaldados, descuartizados vivos, pero los amantes del buenismo ni lo ven, ni les importa.
El toro es el único animal del mundo al que aún se le permite enfrentearse y matar a un ser humano.
En la confrontación entre la realidad desnuda de la brutalidad humana y la animal, y la hipocresía, ganó la hipocresía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario