Al finales del 2010, se espera que España sea la 13ª potencia económica mundial. Del puesto número ocho, retrocede cinco puestos.
Si tenemos presente que España es un país con escasos recursos naturales, o por lo menos eso es lo que nos dicen. Aclaro esto porque Guinea Ecuatorial, cuando era provincia española, se suponía que no tenía más recursos naturales que el cacao. Eso fue así hasta que las petroleras americanas organizaron su independencia, y milagro: ahora es el país con las segundas o terceras reservas petrolíferas de Africa. Toda una putada para España, claro. Así que yo no descarto que si algún día la CIA nos organiza algún sarao, no acabemos sorprendidos de que en Canarias, el Golfo de Cádiz o el Finisterre, existan las segundas o terceras reservas gasísticas y petrolíferas del Mundo.
Lo siguiente curioso es que España sigue retrocediendo en todos los sentidos. Ahora tenemos más corrupción, somos menos competitivos, en fracaso escolar nos salimos de las tablas (y eso que se aprueba a los alumnos sólo por asistir a clase, que es un esfuerzo y un logro personal digno de cualificarse con algún diploma), en consumo de drogas también estamos en la champions, en inversión tecnologica nos vamos para la cola de la cola de Europa, en paro somos los líderes europeos con un histórico que ya lo quisieran los zombis de una película de terror, y a todo esto, estamos gobernados por un mister Bin que cada vez que abre la boca sube el precio del pan, la electricidad, el butano, la gasolina...
Pero no nos extrañemos de nada. Mister Zeta Bin, fue aquel que pronosticaba que España alcanzaría en breve a Francia y que se fueran preparando los alemanes... a descojonarse de risa con las idioteces de un completo inepto incompetente que por desvaríar hasta pronosticó el pleno empleo, "y no como algo coyuntural, lo quiero permanente". Es para morirse. A ZP se le debería coser la boca con algún tipo de mecanismo que le impidiera continuar pronosticandonos cosas, pues acontece justo lo contrario de lo que él dice. Y así llegamos a la conclusion de que a día de hoy, y aunque los datos negativos siguen sumándose y aplilándose los unos sobre los otros, este inepto, continúa en el poder.
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