En el país de los talibanes, no me refiero a Afganistán, me refiero al otro: a Hispanitalibastán, se ha levantado la veda. Ahora le ha tocado el turno a Arturo Pérez Reverte.
El escritor, académico de la Lengua Española y articulista de prensa, se ha descolgado en internet con unas discretas declaraciones donde decía: "Por cierto, que no se me olvide. Vi llorar a Moratinos. Ni para irse tuvo huevos". Moratinos, alias desatinos, el incombustible ministro de asuntos exteriores del gobierno Zapatero, no tardó en ser defendido en internet por un ejército de gremlins, posiblemente los mismos que vitorearon como ejemplo de libertad de expresión las palabras de aquel cómico, Pepe Rubianes, cuando declaró en un plató de televisión catalán "me cago en la puta España y en la madre que los parió a todos", frase aplaudida por el público, y que incluso mereció que se hicieran camisetas con el lema: "todos somos Rubianes", pero en este caso, como Pérez Reverte no es cómico de profesión, y nadie le ríe las gracias, que las tiene, pues los gremlins la arremetieron contra Arturo Pérez Reverte.
Está claro que en Hispanitalibastán la libertad de expresión es unidireccional. Por ejemplo: un cargo público que cobra del Estado todos los meses, y los años que le quedan de seguir cobrando cuando se marche a su puta mansión a gozar de su pension por ser incompetente, puede tener la libertad de gritar en un mitin político: "mora el Borbó", refiriéndose claramente al jefe del Estado. Esto es liberta y está perfecto. O también esta bien y es cabal, gritar a voz en pecho: "asesino", "facha", y otras lindeces a según que políticos que no sean de tu cuerda. Y por descontado, está bien y entra dentro de la libertad de expresión lamentar sentidamente que al periodista Federico Giménez Losantos le dieran el tiro en la pierna y no en otro sitio, o repetir la cantinela de que los catalanes son tan expropiados que hay que apadrinar un niño extremeño, esto con foto incluida de un niño pequeño lleno de mocos y con moscas a su alrededor. Todo esto son sólo opiniones respetables. Estamos en un mundo libre. Pero criticar hacia la otra dirección, a un señor ex-ministro de un gobierno que tiene a mayor gloria 5 millones de parados, más de un 20 por ciento de la población en la miseria, 1,5 millones de hogares sin ningún tipo de ingreso, y que se va para su casa a cobrar sus emonumentos como ex-ministro, es una herejía incalificable.
¿Quién coño se ha creído que es Pérez Reverte para criticar a Moratinos?
El linchamiento hacia Arturo habia comenzado y claro, un tipo que se ha pateado medio mundo como corresponsal de guerra, que ha visto el olor de la muerte, el miedo, la desesperacion, la miseria, el odio, los cuerpos putrefactos de los sacrificados por la estupidez humanana, que se ha jugado la vida allí donde ningún político papanatas de estos que tenemos se atrevería ni a pensar en visitar sin una escolta de varios cientos de agentes especiales y cobertura por satélite de sus movimientos, aceptó el envite y saltó.
Saltó para decir que Moratinos es un perfecto mierda.
Dijo lo que muchos han pensado durante todos estos años. Dijo lo que Moratinos ha hecho durante todos estos años de arrastrar su cuerpo por la política internacional cumpliendo con el deber que le marcaba el bambi Zapatero del: "hay que conseguir un acuerdo cueste lo que cueste". Dijo, al fin, lo que muchos querríamos decir a todos estos políticos que tienen la vida tan resuelta que no les tiembla la mano a la hora de subir impuestos, no sueltan ni una lágrima al leer las listas de paro, las de pobreza, ni se les altera el pulso al aprobar una reforma laboral que financia con dinero público el despido de los trabajadores, ni al pactar prejubilaciones que se pagarán también con dinero público. Ni una lágrima por el pueblo, sus lágrimas son al dejar la poltrona y marcharse para su mansión con los bolsillos y las manos, y la vida, garantizada por el pago que hará el Estado, para todo lo que les reste de vida, por sus infaustos servicios a los ciudadanos que tendremos que pagar con nuestro sudor, nuestra sangre y nuestra infinita paciencia, la suntuosa vida de toda esta chusma de ineptos, corruptos y asquerosos políticos que tenemos.
Pérez Reverte no está atado a los convencionalismos del pensamiento único, políticamente correcto y almibarado, ni comulga con las soflamas y las milongas almibaradas que se gastan los próceres de hoy en día.
ResponderEliminarDesde la sinceridad brutal y honesta dice lo que piensa de un cobarde rastrero y cantamañanas, de un Boabdil orondo y servil que nos ha humillado como país y que en su despedida se comporta como una damisela de tres al cuarto.
Así de simple.
Natalia, llevas toda la razón.
ResponderEliminarHace tiempo que no leo los últimos libros de Reverte porque para mi gusto destilan demasiada mala leche y amargura, algo que creo no está bien en literatura. La literatura debe ser como la vida misma, donde a parte de la mala leche y la amargura, existen otras muchas cosas, pero el tipo me sigue gustando precisamente por todo lo que tú dices y además, teniendo la vida mas que resuelta, está claro que a Arturo le duele la estupidez humana, que es global, y le duele España. Eso lo tengo claro.
Saludos.