Creo que le estoy haciendo un favor al tipo este por hablar de él, pero como a fin de cuentas el número de lectores de este blog me es desconocido y puede que muy escaso, tanto que incluso me he llegado a imaginar enseñando a mis perros el manejo de internet con la estúpida intención de que lean mi blog y opinen alguna cosa, pues voy a dedicarle un pequeño comentario a las batallitas de Xavier Batalla, opinador oficial, de los que cobran y todo por escribir, de la antaño respetable La Vanguardia, hoy más conocida coloquialmente como "La Charanga".
El caso es que en un infumable artículo, semejante al de otro muchos opinadores que a fuerza de tener que opinar de todo mezclan churras con merinas, peces con algarrobas y el estiercol con el noble mármol, en su diarrea mental, el tal Xavier Batalla nos comenta someramente las malas fronteras naturales existentes en el mundo, con Irak y sus étnias, Pakistán, y los musulmanes que quedaron en la India, aún más numerosos que los del propio Pakistán, los británicos dibujando fronteras sobre el mapa, y entre toda esta obviedad, suelta la frase que le hizo escribir tan pobre artículo:
"Que las fronteras naturales, sean étnicas, religiosas o geográficas, siguen resistiendo, como ha sucedido en Kosovo, la antigua provincia de Serbia, y como pasa en Melilla, donde sólo faltaba Aznar para hacer más fáciles las cosas".
Como están muy censores en La Vanguardia, y ante tal alarde de historia patrañosa y descripción de froteras, no se han admitido más de tres comentarios antes de cerrar el "foro", pues no queda otra que soltar aquí lo que opino sobre las tonterías de este sujeto.
Como me tengo por persona educada, no digo lo que pienso, sólo voy a decir lo que se puede decir sin caer en el insulto, y es que Ceuta y Melilla hace ya más de 400 años que son españolas, que están habitadas por españoles y que si hoy en día existe una extensa comunidad musulmana en Ceuta y Melilla, es, simplemente, porque en la década de los 70 se dió la nacionalidad española a personas que no la tenían. Si eso estaba bien o mal, yo no lo sé, pero de todas formas, creo que las fronteras las crean las personas, no las piedras, y desde hace mucho tiempo, aquello forma parte de España, nada que ver con los ejemplos de las batallitas del tal Batalla.
Y sobre Kosovo, hay mucho de que hablar. Demasiado.
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