IV Reich, o lo que es lo mismo: Unión Europea.

Leo, y no me sorprende, que la economía alemana crece repentinamente sobre un 2 por ciento trimestral. Una subida repentina y que parece sorprender a los sesudos periodistas y desinformadores. En este IV Reich, donde se hace todo lo posible por triturar Europa y reducirla a pequeños estados étnicos fáciles de dominar por fantoches sátrapas nacionalistas, que lamen las botas de los políticos alemanes, que a su vez lamen las botas de la Banca Internacional, que Alemania tiene que crecer, se da por descontado.

¿Se puede no crecer económicamente con un interés en el crédito bajo, el grifo del dinero abierto de par en par, sin límite, y una serie de países deficitarios que trasladan su riqueza nacional hacia las empresas con sede en Alemania? Habría que ser muy tonto para no crecer. Quizás Zapatero conseguiría paralizar la economía alemana y desmenuzarla, pero desgraciadamente no tenemos la suerte de un Zapatofen como presidente alemán.

¿Y si intentas hacer algo contra esto?

Ya vimos lo bien que le ha empezado a ir a España, en términos de macroeconomía, con su interés bajando cuando Zapatero ha seguido al pie de la letra las intrucciones del FMI. El resultado de todo fue que después de haber crecido paulatinamente el coste del crédito hasta más de un 50 por ciento, este coste había vuelto a bajar y a situarse a precios anteriores a la crisis. Esto ha sido así hasta que Zapatero ha abierto la boca y ha dicho que el recorte en infraestructuras era desmedido.

Sin ninguna concreción más, este comentario de nuestro gran líder planetario ha conseguido que en algo más de 48 horas, los bonos que apuestan por la quiebra de un país, en este caso España, subieran en el mercado un 18 por ciento.

Repasemos el organigrama:

Un poder en la sombra maneja la banca internacional. Sus caras visibles son la Reserva Federal Norteamericana, que actúa como un banco privado y aunque intente aparentarlo, no pertenece ni está bajo el control del gobierno de los EE.UU; el FMI, que no es más que la mano extendida de la Reserva Federal, lo único que ocurre es que en el FMI sí se ven los intereses financieros de grupos internacionales y participan los Estados con una parte en el fondo, indispensable para poder tener crédito el planeta; el Banco Internacional del Comercio, este banco es un poco como el FMI, si no estás, no estás en el mundo; el Banco Central Europeo, que viene a ser una copia de la Reserva Federal y cuya única misión es, según ellos, combatir la inflación y emitir moneda para la Unión Europea.

Todas estas entidades funcionan de una manera secreta. Digamos que no han de dar explicaciones de sus actos y ellos mismos se autogestionan. ¿Se autogestionan? En el caso de la Reserva Federal, es la propia FED la que pone sus reglas de funcionamiento, y estas reglas no son públicas y nunca se han dado a conocer.

Así que tenemos unos entes que emiten moneda (FED, Banco Central Europeo) que controlan el crédito (los anteriores y el FMI y el Banco del Comercio), pero estas entidades funcionan de forma autónoma.

Por el otro lado tenemos a unos gobiernos que se dicen soberanos, representan la soberanía popular, la voz del pueblo, y en el nombre de ese pueblo al que dicen representar, pueden escurrirte los bolsillos, encarcelarte, obligarte a ir a la guerra, subirte o bajarte el sueldo, imponerte impuestos, educarte y pedirte sumisión y fidelidad absoluta.

Estos supuestos estados soberanos no pueden funcionar sin dinero.

Este dinero se recauda vía impuestos.

Supuestamente los ciudadanos y empresas sostienen a sus estados soberanos. Digo supuestamente porque en términos reales los políticos se han encargado de endeudar a sus países hasta niveles que superan el 100 por 100 del Producto Interior Bruto. Así que el resultado ha sido unos Estados soberanos económicamente insostenibles.

¿Cómo lo hicieron? Es sencillo: la banca controla el dinero y lo presta a los estados con un interés.

¿Cómo es posible? La verdadera fuerza de la banca nace del control del comercio. España, con inmensas riquezas en oro, plata, diamantes, etc., etc., fue castigada varias veces por la banca y mandada a la banca rota. España tenía riquezas, pero su soberano no controlaba el comercio mundial. Quien controla el comercio, puede hacer que tus riquezas no valgan absolutamente nada.

En la creación de un sistema global de transacción de capitales (mercancias), ha estado la clave del éxito. Y esta clave del éxito se ha mantenido como un monopolio. La fórmula era aplastando cualquier intento de lucha contra él.

¿Y qué pasa con los Estados que no están demasiado endeudados? Bueno, poco importa eso. España no está oficialmente demasiado endeudada, pero como el gobierno de Zapatero avala a la banca privada, esto nos coloca en la misma tesitura de países como Grecia.

Cualquiera que quiera entender como funciona este tinglado, se dará cuenta de que en realidad los estados no son soberanos y que vía impuestos, los ciudadanos son simples siervos de la Banca Internacional. Para pagar a esta banca usurera, a los ciudadanos se les roba una parte de sus sueldos, o lo que es lo mismo, meses de trabajo al año, van a parar directamente a los bolsillos de la banca internacional. Si a este robo institucionalizado, le sumamos el voluntario, de hipotecas y préstamos, más del 50 por 100 de los ingresos anuales de una familia van a parar a la banca.

¿Y qué tal si votamos a unos políticos que luchen contra esto?

En este punto es donde entra en acción el IV Reich. Se están construyendo importantes tinglados político económicos, nada democráticos, cuya principal peculiaridad es ser los controladores de un grupo, cuantos más, mejor, de pequeños estados supuestamente soberanos.

Cuanto más pequeños y más nacionalistas sean los estados, mejor, porque la misión de la estructura opresora al servicio de la banca será la de ejercer de policía, de fuerza de paz, de mediador, de unificador.

En Europa nos han resucitado ese invento que no les salió del todo bien, quizás porque no tocaba, quizás porque Hitler se precipitó al declarar la guerra a los Estados Unidos, ¿quién lo sabe?, el caso es que el IV Reich está aquí y que a Alemania le van bien las cosas, y le irán mejor en el futuro, no es ningún secreto.