Los conspiranoicos contra la "sensatez" planetaria.

En el argot común, un conspiranoico es un tipo, o tipa, aburrido que no tiene otra cosa que hacer que maquinar ideas absurdas y disparatadas. Normalmente quienes piensan esto son tipos, o tipas, que no han perdido demasiado su valiosísimo tiempo en molestarse en contrastar la "verdad" oficial.

El asunto es que las verdades oficiales no suelen ser contrastadas y quizás por ese motivo, acaban siendo mentiras tan burdas y tan mal construidas, que gracias a internet y youtube, el número de los llamados conspiranoicos no cesa de aumentar.

Y es que los medios de desinformación pueden repetir una y otra vez las mentiras oficiales, pero los libros, los videos que valen más que mil palabras, están en internet, al alcance de todos. Quizás sea por eso que los Rockefeller ya están despotricando de internet y que DecepciObama ya ha firmado una Ley según la cual él puede apagar internet cuando le plazca, por 90 días, sin dar explicaciones a nadie. Cuestión de seguridad nacional, que nadie piense mal. Eso no es fascismo. Estamos hablando de Obama, nada que ver con la torpeza de Bush, ese arbusto rasposo y torpón. Obama es progre. Obama es bueno. Obama y su "yes we can", que ecuchado al revés da las gracias a satán, es educado. Y no como Bush, que decía hablar a diario con su dios, Lucifer, y dejaba las cosas en el aire.

Y es que claro, gracias a Internet nos enteramos que el edificio número 7, sin impacto alguno de avión, un rascacielos gigantesco, se vino abajo exactamente igual que las Torres Gemelas. Por internet pudimos escuchar los relatos de los bomberos, las explosiones que escucharon en los sótanos de las torres, las declaraciones del encargado de mantenimiento de las torres, también sobre explosiones en los cimientos de las mismas, y pudimos ver las vigas cortadas al vies, el fuego que quedó en los cimientos durante varias semanas, de acero derretido, algo que sólo ocurre con las demoliciones controladas, también nos enteramos del gran negocio que fue esta "desgracia" para el dueño de las torres, que las tenía aseguradas contra ataques terroristas, y la lista no acaba aquí, es larga y ocuparía decenas de páginas, para acabar, mencionar que los medios silenciaron que esa mañana se estaba llevando a efecto un simulacro de ataque terrorista con 80 supuestas aeronaves secuestradas sobre el cielo norteamericano, motivo por el cual los aviones de la defensa aérea o no volaban, o salía para interceptar objetivos imaginarios.

Nada de esto se dijo en la versión oficial, y mucho menos, en la versión de los medios de desinformación. En los medios de desinformación aún están sorprendidos de la inacción de la defensa aérea norteamericana, cuando si quisieran, podrían decir el motivo: "sólo aquellos que estaban al mando del ejercicio antiterrorista sabían que aviones eran reales y cuales eran imaginarios, cuantos estaban en ruta y cuales fuera de su ruta".

La conclusión es clara: "quien controlaba el ejercicio, controlaba la acción terrorista, y este no era otro que el propio Pentágono". Y casualmente el ejercicio incluía un ataque al Pentágono, la Casa Blanca, las Torres Gemelas, etc., etc.

Pero sobre la naturaleza de los aviones y de quienes viajaban en ellos, también hay dudas. Y es que cuanto más se ha investigado sobre este caso (existen otros casos también sustanciosos), más increíbles y aparentemente disparatados han sido los resultados de dichas investigaciones.

Acabaré diciendo, para aquellos que desprecian a los conspiranoicos, que la mayoría de los conspiranoicos somos simples consumidores de las investigaciones o delaciones de personajes que dedican su tiempo y su vida a estos temas, pero se han dado casos, cada vez más frecuentes, de investigadores y, por así llamarlos, disidentes del sistema, que han muerto en extrañas circunstancias.

Nadie dejó en la escena del crimen una tarjeta de visita de la CIA o el MOSAN, pero las amenazas, los despidos, las repentinas e inesperadas inspecciones de hacienda, las desgracias familiares, los robos con violencia y la muerte en accidente o víctima del vandalismo callejero, parecen cebarse sobre los que se molestan en investigar y contradecir las versiones oficiales.

¿Será está una nueva paranoía de los idiotas e imbéciles desinformados conspiranoicos?

Posiblemente, para la gente seria, que se informa seriamente de las cosas, que no saldrá nunca del guíon de lo correcto, que tiene un sistema de pensamiento basado en creencias, entre ellas, que la prensa es libre e independiente, estas amenazas, muertes y sucesos violentos que asolan el panorama de los conspiranoicos, es fruto de una paranoía psicológica de esta gentuza aburrida e inútil. Que algunos sean familiares de los fallecidos, o que dediquen su capital humano y económico, por patriotismo, o por puro afán de justicia, a intentar sacar la verdad a la luz, para la gente seria, no tiene importancia. Es tan poco importante como luchar contra leyes de "memoria" histórica. Quién se posiciona contra el sistema, está loco, ha perdido el jucio, está en otra dimensión, desahuciado mental y socialmente. Es un reaccionario.

Esto mismo dicen en Irán los ayatolas: "quienes critican al régimen, quienes dicen ser perseguidos, mienten, trabajan para el enemigo, son conspiranoicos". Y el ciudadano serio, formal, el bien informado ciudadano iraní, cree la versión oficial, que es la buena, claro.

Conviene acabar con toda esta insensatez conspirativa, dicen los políticos, y ya sea mediante un apagón de internet, o con alguna reglamentación que incluya el carnet oficial de opinador, con sus tasas correspondientes y su seguro de Responsabilidad Civil, este asunto de la "libertad" de opinión vía internet, con los blogs y youtube, tiene los días contados.

Los primeros en caer serán los conspiranoicos y sus vídeos en youtube. El resto vendrán poco después, y el dominio de la información, y la verdad, volverá a estar en unas pocas manos.