Hacía tiempo que no me reía tanto. Desde que se censuró a la COPE en Cataluña y ya no pude escuchar a Federico, que es uno de mis ídolos personales, al que admiro por decir tantas cosas que la gente de la calle piensa, y dice, pero que nunca se reproducirán por una emisora a menos que las diga Federico Giménez Losantos, no me reía tanto ni con tantas ganas.
El caso es que he puesto la tele y mientras hacía cosas dométicas, allí estaban, soltando noticias que no eran noticias pero que me hacían reír. Han pasado las horas y desgraciadamente ya no recuerdon ninguna que pueda reproducir, cada día soy más como un pez, con una capacidad de memoria en retirada, pero que bueno.
Reconozco que el lenguaje era tendencioso, que no eran nada imparciales y que todos los comentarios buscaban la ridiculización y el escarnio de Zapatero y su gobierno, pero es que eso, eso es lo que me gustaba.
Ninguna consideración, ningún disimulo, y es lo correcto. ¿Cómo hay que tratar, qué disimulo hay que utilizar con una gentuza que han regalado miles de millones a la banca, que han arruinado al pueblo, que han hundido la economía, que siguen hundiéndola, que siguen recortando derechos ya miserables de los trabajadores, de los pensionistas, que dicen no tener ni un euro para lo que es productivo pero que gastan y regalan dinero a espuertas en chorradas internacionales porque les sobra, les sobra el dinero para sus aires de grandeza de conjunciones planetarias e intergaláxicas, pero, relamente, a parte de a garrotazos dialécticos, que son los menos violentos, cómo habría que tratar a esta ralea infame de socialistas millonarios y con 16 cargos públicos, como la esposa de Montilla?
Sinceramente, me ha gustado intereconomía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario