Se ha sabido por los papeles de wikiLaks que los diplomáticos norteamericanos consideran a Zapatero alguien que antepone sus intereses políticos de partido a los intereses generales. También, según estos diplomáticos, Zapatero es un político habil al que no le gusta que le den lecciones sobre nada.
Esto de las lecciones lo sabemos empíricamente por su forma de llevar la economía, vaticinar resultados electorales o recuperaciones económicas. Eso por no hablar de las crisis, inexistentes para él, y los parados, que a fuerza de ser endémicos y abrumadores en número, se han convertido para él en un dato completamente normal e irrelevante.
Ahora, además de lo dicho por los diplomáticos norteamericanos, sabemos que el talante de Zapatero, su talante para negociar con terroristas, talante para ser amigo de quienes atacan a España, talante para sonreir amablemente ante las ambiciones territoriales de Marruecos, talante para dar dinero público a los bancos privados, talante para contentar a los mercados internacionales, talante para ser más federalista que los federalistas, talante para ser generoso con los independentistas, talante para considerar que la nación es algo discutible, talante para alegrarse por la bajada del precio de las viviendas, talante para anunciar cada seis meses unos brotes verdes en la economía que nadie ve, talante para obligar a empadronarse a cualquier extranjero que entre en España, talante para dar ayudas sociales a los extranjeros antes que a los españoles, talante para ser amigo de Hugo Chávez, talante para ser amigo de Turquía, talante para ser amigo de Irán, talante para privatizar las Loterias Nacionales, talante para privatizar empresas públicas, resulta que tiene un talante fascista, completamente fascista, antidemócratico cuando él, el socialista, el progre, el defensor del trabajador, es el patrón. Y como es patrón y legislador, vulnera completamente la Constitución al decretar un Estado de Alarma, el primero de la democracia, el primero pese a un intento de golpe de estado, el primero pese a varias huelgas de transporte salvajes, el primero pese a sufrir el país el mayor atentado terrorista de toda Europa, el primero para militarizar, también ilegalmente, a civiles con el único propósito de pretender solucionar un conflicto laboral de dos años en el que Zapatero es patrón, es fiscal y es legislador.
Que este asqueroso partido, el PSOE, aún sea legal después de todas sus tropelía pasadas y presentes, es algo que sólo puede ocurrir en una república bananera.
La decisión del gobierno socialista no tiene precedentes en los últimos treinta y cinco años y para encontrar una actuación similar hay que remontarse a los estertores de la dictadura franquista, cuando el gobierno de Arias Navarro impuso la militarización de los trabajadores de Metro de Madrid durante la huelga que estos protagonizaban en 1976.
ResponderEliminarSu actuación ha sentado un precedente que será utilizado, no contra los controladores, sino contra el conjunto de la sociedad.
Ese triste precedente de declarar la militarización contra un colectivo laboral, por mucho que se envuelva en pretendidas manifestaciones en defensa de la legalidad, es pisotear la Constitución y los derechos de unos trabajadores, de unos ciudadnos, que a fin de cuentas, hoy son unos controladores pero mañana podemos ser nosotros mismos.
Está claro que para los socialistas somos chusma que pueden pisotear, modelar a su antojo o sustituir por extranjeros según les convenga a estos miserables.
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