viernes, 3 de diciembre de 2010

¿La manirrota y hambrienta España?

Leo un artículo sobre reciclaje y resulta que en Alemania se recicla casi el 90 por ciento de los envases. El truco está en pagar al consumidor por devolver los envases. En el caso alemán, pagan 25 céntimos de euro por una lata vacía de aluminio.

En España, como no somos alemanes, no nos pagan nada por reciclar. Nos pagarían 1 euro por un kilo de aluminio; un centímo por kilo de papel; creo que absolutamente nada por el plástico y lo único lucrativo que hay por recliclar, o robar, en España, es el cobre.

Algún extraterrestre pensará que a fin de cuentas en España nos sobra aluminio, papel, plástico, que sale del petróleo y que aquí atamos los perros con longaniza. Pero nada de eso. España es un país deficitario de materias primas en el que se recicla muy poco y muy mal.

¿Motivos? Mientras en los países del norte de Europa el reciclaje representa una ventaja, pequeña, pero ventaja, económica para el consumidor, en España es una obligación de la cual el ciudadano, directamente, no saca ningún beneficio.

Y es que en España, tú puedes donar un riñón, que en el mercado negro puede costar más de 15.000 euros, y que puede que acabe en manos de no se sabe quien, pero no puedes venderlo. En España tú puedes donar sangre, pero no puedes venderla. En España tú puedes tocar la guitarra, pero en tu casa, porque para hacerlo en la calle necesitas un permiso o podrías ser multado. En España puedes pescar, sí, pero con la pertinente licencia de pesca. En España puedes disfrazarte de mimo, pero claro, precisas un permiso municipal si pretendes hacer algo, lo que sea, en la calle. En España, podrías mendigar encubriéndolo como aparcacoches, los típicos, pesados e insoportables, gorrillas, pero eso también está medido y tasado, y prohibido. En España, posiblemente podrías trabajar en algo, con un cartelito, a cambio de dinero, pero eso también sería ilegal porque obligatoriamente debes estar inscrito en la seguridad social como autónomo o como trabajador por cuenta ajena. Posiblemente, en España también podrías intentar trabajar a cambio de comida, pero eso también es ilegal porque las retribuciones en especie no pueden superar el 35 por ciento del salario y volvemos a la necesidad de estar inscrito en la Seguridad Social.

¿Qué se puede hacer en España? Se puede hacer lo que todo el mundo hace: incumplir la legalidad.

Claro que otra cosa curiosa que pasa en España es que en consonancia con el sueldo que percibe la clase política, estos señores han establecido multas de 300 a 3000 euros, o más, por auténticas nimiedades. Para ellos es calderilla, pero con un Salario Mínimo de 620 euros, para un ciudadano corriente, cualquier multa es una fortuna.

¿Qué se puede hacer ante las multas? Te declaras insolvente, que a este paso no es demasiado difícil. ¿Y si eres rico? Pues si eres rico, te puedes reír de todo y participar en una de esas carreras de ricos que cruzan países a 200 kilómetros por hora. Ellos sacan la visa y pagan la multa. Pero, ¿no sería mejor sustituir las multas, o parte de su montante económico, por trabajos comunitarios que se tuvieran que realizar, sin prescripción de fechas, como ocurre en la actualidad, de forma obligatoria? Esto sí que jodería a los ricos y sería un pequeño alivio para los pobres, que a este paso seremos el 90 por ciento de la población porque, por si usted no lo sabe, vivimos en un país mejor que Alemania, y como somos mejores, ellos reciclan, y nosotros derrochamos, que nos sobra el dinero. A ellos les pagan por reciclar, y a nosotros nos ponen multas por no reciclar, o por intentar ganar dos euros con los que poder comprar algo para comer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario