Aznar defiende a Gadafi.

Aznar, me cae rematadamente mal, pero reconozco que por lo menos dice lo que piensa. Sigue despistado. Tan despistado como cuando dejó que su amigo Georgito Bush le montara los atentados del 11-M, en Madrid, para utilizarlos en clave interna en los EE.UU, donde la popularidad de Bush pasó de estar por los suelos (exactamente igual que estaba poco antes del 11-S) a subir como la espuma pocas horas después de que estos sucesos de Madrid, ampliamente difundidos en los EE.UU, algo nunca visto, fueran utilizados por Bush para decir a su pueblo, más o menos, “nuestros amigos han sido atacados, la guerra contra el terror, debe continuar y continuará”, y su populacho lo aclamó, casualidad, exactamente igual que tras el 11-S, y su popularidad subió como la espuma.

Los del PP, con el despistado Aznar, no fueron capaces de enterarse de qué iba el asunto, y mira que incluso Shakira tenía aquella canción de “Ahí te dejo Madrid”. Lo evidente es que gestionaron la crisis pésimamente, el P$OETAN estuvo más listo en su gestión de manipulación de las masas en estado de “shock” y perdieron las elecciones.

Ahora, Aznar el "estadista", dice cuatro verdades sobre Gadafi: "Gadafi es un hombre muy extraño y extravagante, ¿no? Pero no es estúpido. Lleva en el poder desde 1969, cuando yo era un bebé [Aznar tenía 16 años cuando Gadafi llevó a cabo un golpe de Estado y derrocó a la monarquía] ". Pero en 2003 pensó: "Esta gente [EEUU] invadió Irak y ahora puede venir aquí y a lo mejor hacen el 'cambio de régimen' en Libia. Y eso significa yo [sic]. Y no me gusta"... ..."Así que Gadafi dice: 'Desde este momento, yo apoyo todos los esfuerzos del mundo occidental contra el terrorismo. Y los respeta. Y yo elimino o abandono todos los programas de armas [libios]: nucleares, biológicas y químicas'. Y lo abandona completamente", prosigue Aznar, que concluye: "Y se convierte en un amigo extravagante, pero en un amigo, al tomar estas decisiones, y la consecuencia de ello es que los países occidentales le atacan".

Y sigue con su análisis: "La primera reacción de los países de la región es mantenerse en el poder, no realizar reformas y hacerse con armamento muy potente, porque si tienes armas nucleares no te atacan. Todos ellos han tomado nota".

Y advierte: "Si decides apoyar a los rebeldes sin saber quiénes son y no apoyar a Gadafi, debes ser cuidadoso, porque, si no, tu credibilidad está acabada".

En esto Aznar se equivoca totalmente y sigue despistado. Los que de verdad mandan en la OTAN, saben perfectamente quienes son los “rebeldes”. Lo saben igual que saben donde está Bin Laden, si es que aún sigue vivo, y donde están los talibanes, y donde les dan las armas, y todas las órdenes que les dan porque los talibanes trabajan para el MOSSAD y la CIA.

Sobre la hipocresía occidental, dio un dato: "Los saudíes, que no son un ejemplo de sociedad abierta pero son indispensables para Occidente, invadieron Bahrein porque es una cuestión de chiíes contra suníes, y si los chiíes ganan, Irán gana, y el futuro saudí es más complicado".

Algo parecido dijo sobre otros regímenes de la región donde los manifestantes han sido duramente reprimidos y Occidente no ha movido una ceja.

¿Pero de qué va todo este juego? Este juego va de crearse un enemigo, necesario, a medida, en el mundo islámico. El plan está trazado desde hace más de cien años y consiste en desencadenar la III Guerra Mundial, esta vez, como una guerra entre un bloque islámico y otro bloque no islámico, o si se prefiere, para ser consecuente, un bloque cristiano-judío.

Como los países islámicos por ahora, aunque se está en ello (Pakistán, Irán) no tienen armamento nuclear, se ha tenido que optar por la solución aplicada sobre Alemania durante la I Guerra Mundial. En aquella ocasión Alemania perdió la guerra por culpa del enemigo interno comunista y anarquista principalmente alimentado por judíos, y financiado también por judíos. Antes de acabarse la I Guerra, ya se estaba planificando la II Guerra. La II Guerra Mundial tuvo su continuidad durante lo que se llamó “Guerra Fría”, pero antes de que la “Guerra Fría” terminara, y con ella la URSS, ya se estaba planificando la III Guerra Mundial, con los talibanes, los movimientos islamistas y el terrorismo internacional. En todo esto, como siempre, vamos a encontrar a los judíos hasta en la sopa.

Todo esto está planificado, está escrito desde hace décadas. Hay libros escritos en los años 80 y 90, donde ya se exponen este tipo de planificaciones. Aunque usted no lo crea, su televisión no se estropea a los dos, cuatro, o seis años porque se hacen mal las cosas. Se estropea porque el fabricante planificó que se estropeara pasado ese tiempo. Antes de que al final de la II Guerra Mundial la industria pactara la creación de un sistema consumista, que debía ir renovando la mercancía consumida, en posesión del comprador, haciéndola obsoleta, inadecuada, o que estuviera diseñada para dejar de funcionar y fuera imposible, o desaconsejable, repararla, un televisor duraba veinte, treinta años. Y estaban pensados y diseñados para poder repararse.

Nada es casual. Ni las tonterías que se le enseñan en el colegio, ni en la universidad, ni el voltaje de la red eléctrica. Nada, es casualidad. Pero algunos, como Aznar, siguen pensando que todo es casual y que la OTAN, y sus amos la CIA y el MOSSAD, juegan a los dados.