domingo, 17 de abril de 2011

Hambre, crisis mundial, joyas y perras enjoyadas.

Cada cuatro segundos muere una persona de hambre. Ese dato es del año 2004. En la actualidad la estadística es aún peor. Tan a peor, que en muchos paises fallidos o en conflicto, ya no hay estadística.

Todo el mundo y los políticos los primeros, hablan de pagar la deuda, de pagar a los banqueros, de salvar el sistema bancario, de subvencionar a los bancos, de dar dinero público a los bancos, de privatizar esto o lo otro, de pagar a toda costa, de subir impuestos, recortar prestaciones sociales, congelar salarios, bajar salarios, pagar por los servicios públicos, en definitiva, de hacer más ricos a los que son más ricos y más pobres a los que son pobres.

La solución neoliberal, que es la de todos, es crear más miseria para que cuatro perras viejas y glamurosas puedan ir a una joyería y seguir comprando en una sola tarde 200.000 euros en joyas. Esto ha salido por televisión. Y son gente a la que hay que salvar. Hay que evitar que la miseria les alcance, cueste lo que cueste. Todo esto con la inestimable complicidad de los políticos, esos que dicen defender al pueblo, pero que sólo se preocupan de sus asuntos y de que cuatro viejas perras y viejos perros, puedan lucir sus lujos.

Que una “persona” pueda ser tan hija de perra como para, henchida de orgullo, gastarse cientos de miles de euros al año en joyas, en lucirse “glamurosa”, e inmunda, mientras cada cinco segundos otro ser humano muere de hambre, es ser ofensivo para con los perros. Pero nadie, absolutamente nadie, habla de eso. Es que ya ni los curas. ¿Algún cura se pondrá algún día en huelga de hambre por los que pasan hambre, por los que son desahuciados, por los que son explotados laboralmente? Que raro que se digan curas y seguidores de Cristo, cuando ninguna de estas perras entrará en el Reino de los Cielos por falta de información, o por falta de unos buenos insultos proferidos desde el púlpito.
Y la perra enjoyada y sin saber que no irá al cielo. Pero todo esto, que conste, dicho con perdón para las perras, que no tienen la culpa.

El problema ahora es pagar a la banca internacional. Ellos son los dueños del planeta. Ya nada importa. Ni el hambre, claro. Además, se nos dice que nuestro problema es la obesidad mórbida. Y es cierto. Lo mórbido es nuestro problema.

En Occidente los pobres comemos comida basura, sufrimos campañas de vacunación que nos envenenan el organismo con metales pesados y nos introducen cuando somos pequeños en nuestro cuerpo material genético de animales, que nos daña el sistema inmunitario debilitándolo, aunque, claro, este crimen se hace por nuestro propio bien, es evidente, y se nos ofrece comida basura, “barata”, plagada de grasas subvencionadas con nuestros propios impuestos para que nos pongamos todos, niños incluidos, como auténticos hipopótamos.

Tenemos un problema. El problema es que somos imbéciles y nos gusta ser imbéciles.

¿Se puede erradicar el hambre del mundo?
La respuesta contundente es que sí, se puede.


¿Se puede erradicar la estupidez y la imbecilidad del mundo?

La respuesta contundente es que no, no se puede. Para hacer eso tendríamos que desalojar el planeta de seres humanos.

Ahora podría escribir varias páginas sobre el hambre mundial, la forma en la que se destruyen los recursos naturales, como se desplazan a poblaciones que eran autosuficientes de sus tierras comunales o tribales, despojandolos de todo, expropiados por el progreso y el libre mercado. Como esa gente acaba emigrando a grandes guetos de miseria que llamamos ciudades, y que en muchos países no pasan de ser espantosas aglomeraciones humanas, de gente expuesta a la explotación más absoluta y en donde el único sueño vital posible es emigrar a los EE.UU, la UE, Canadá o Australia. Se podría contar como las subvenciones de los Estados Unidos a sus agricultores, a parte de convertirlos en una cadena industrial dependiente de grandes corporaciones monopolistas, que controlan el mercado, exportan sus excedentes a tan bajo precio, con la ayuda de la FAO, a países en desarrollo, arruinando completamente a los productores locales.

Quizás un cuadro resumen sea más sencillo de entender (pinchar sobre la imagen para verla al completo).




































Como se puede apreciar, la globalización crea pérdida masiva de empleo en los llamados países desarrollados. Y muy especialmente, hay que aclararlo, eso es asi en aquellos países que siguen a rajatabla las recomendaciones del FMI.

En definitiva, lo único que persigue todo este organigrama pagado con dinero público de los contribuyentes norteamericanos y europeos, es favorecer a las multinacionales alimentarias. El objetivo es evitar que ningún ser humano del planeta pueda ser autosuficiente. Ellos hablan de soberanía para algunos temas, especialmente militares, pero han destruido la “soberanía alimentaria” de todos los países.

Si no eres autosuficiente, formas parte de la maquinaria. Y si formas parte de la maquinaria, eres esclavo de ellos: de la globalización de la miseria a nivel mundial.


La especulación, la acaparación del mercado que arruinó a los agricultores del tercer y cuarto mundo, está arruinando ahora a los agricultores norteamericanos y europeos, que son esclavos de las subvenciones y de sus distribuidores comerciales que actúan como un monopolio del mercado alimenticio. Ahora todos los productores agrícolas del planeta son esclavos de las multinacionales, de los intermediarios, de los créditos, y todo con la necesaria colaboración de los gobiernos de turno, masones, traidores, vendidos, y que se lamentan ante la galería de los crímenes que ellos mismos ayudan a cometer.





Esa es una de las causas del hambre. Los precios suben. Usted se alarma cuando va a comprar, y el agricultor o el ganadero, se alarma cuando va a vender. Los dos pierden, los dos están a punto de la banca rota. Los dos necesitan ayuda. ¿Verdad que si?
Pues claro que sí. Necesitas ayuda. Por mucho que te rasques la cabeza, no solucionarás nada.

Necesitas un crédito. Uno nuevo. Seguro que aún tienes algo que puedas empeñar. Tal vez... podrías aumentar la duración del préstamo. Ya se encargará tu nieto de cancelar la deuda.

Entonces alguien, buena persona, y con una señora perra enjoyada, de las de 200.000 euros gastados en una tarde de compras, va y dice: “hay que abrir el mercado, esto del proteccionismo no es bueno para nadie, hay que reducir las subvenciones”. El FMI se frota las manos. Daremos créditos para la exportación. Los intermediarios compran botellas de champán de 2.000 euros la botella.

Esto es perfecto porque en el tercer y cuarto mundo casi todas las tierras ya son de las multinacionales. No hay campesinos ni productores libres. Ellos dominan el mercado. Y si se abre el mercado en Europa y en EE.UU, arruinan completamente a los productores locales que ya están entregados al mercado negro de la contratación ilegal, preferentemente de extranjeros ilegales que contratan en las carreteras, igual que en Estados Unidos. Arruinados estos productores que entraron en la rueda de los truts alimenticios, entonces las multinacionales podrán comprar las tierras y las granjas a precio de saldo, o directamente a los bancos tras ser estas expropiadas.

Como se puede apreciar en esta gráfica, incluso en los llamados países desarrollados, símbolo de la opulencia, 15 millones de personas sufren de desnutrición .









Bueno, está bien. No produciremos nada. Compraremos la comida a otros países. Pero esto no significa que eso sea bueno para los países pobres. ¿Para qué vender un kilo de manzanas en África, o en Argentina, si se puede vender en los EE.UU o en Europa por cinco veces más? Esto lleva a que también en los países pobres la comida esté por las nubes. En resumen: la supuesta “desregulación” del mercado, el llamado mercado libre, la competitividad global, sólo consigue aumentar los beneficios de los dueños de una mega estructura comercial global, en la que unas pocas empresas multinacionales pactan precios, siempre con grandes réditos para ellas, y basan su beneficio en la miseria laboral, un alto valor añadido especulativo y la dependenciadel producto, pues todo el mundo ha de comer. Esto es sinónimo de una hambruna planetaria general para aquellos que carezcan de medios para comprar comida.

Sí, sí, es evidente que el tema es aún más complicado y hay más condicionantes, como la presión demográfica, pero este de los mercados especulativos de alimentos es el principal. La excusa, y mentira, de los ecocombustibles, no cuela porque representan menos del 1% de la producción mundial agrícola. Yo lo único que pido es que algún día se descubra que los diamantes, el oro y el platino, producen cáncer. Por el momento lo único que producen es un alma más negra que la noche.

3 comentarios:

  1. Stop, a mi tambien me gustan las joyas, sobre todo que me las regalen y no creo que insultar como tu lo haces resuelva algo. El que te gusten las joyas no significa que seas mala persona ni que no te preocupe el hambre en el mundo. Es absolutamente demagogico pensar que el hecho de que mi novio me regale un anillo, un collar, unos pendientes o una pulsera no se va a arreglar el problema del hambre en el mundo. Como bien dices el problemas es mucho más complejo y se basa en gran parte en lo injusto que es el sistema capitalista. La pena es que es el único sistema que tenemos y lo único que podemos hacer es intentar mejorarlo de forma que en ningún pais del mundo nadie muera de hambre, porque eso si es posible de hacer. Lo de insultar a la gente porque le guste lucir una joya eso no me parece de recibo. Saludos.

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  2. Wafah, te lo tomas todo en sentido completamente literal. Cuando una persona se puede gastar 200.000 euros en una sola tarde, en joyas, y esto lo hace varias veces al año... de lo que estoy hablando es de la descomunal falta de distribución de la riqueza, de los mecanismos llevan a que esta tipeja pueda lucir su lujo impúdicamente, esa buena persona, mientras cada cuatro segundo, la misma estructura económica que hace que unos gasten en cosas inútiles millones de euros, se fundamenta en la explotación de los recursos naturales, en la esclavitud de miles de millones de humanos, en la injusticia, en la depredación, y todo eso pasa sin que de ninguna manera, y por lo visto tú eres un ejemplo de ello, se cuestione que eso está mal, que no es ético, que no es correcto, que esa gente que vive entre lujos, con champan de 2000 euros, joyas de cientos de miles, coches de escándalo, casas, tierras, mansiones y otras "nimiedades", no lo han ganado con su sudor, lo ha ganado especulando, robando, con patente de corso, estafando, y puede que todo "muy legal" porque las leyes están hechas a la medida de sus intereses, pero toda esa máquinaria de explotación, funciona de forma asquerosa y reprobable.

    No sé si tu novio te regala joyas de 100.000 ó 200.000 euros cada mes, pero si es asi... Pues lo siento, porque yo pienso de esta gente lo que pienso, y no voy a cambiar. Son basura.

    Ahora, si tu novio te regala joyas de, mira, incluso 600 euros, que para mi ya es un disparate, pues chica, no es de lo que yo estoy hablando.

    No acabo de entender que te tomes las cosas tan literalmente. En lugar de joyas podría haber elegido el ejemplo de coches de lujo, de esos que valen 100.000, 200.000, 300.000 euros, pero eso no significa que todo el que tiene coche se tenga que dar por aludido. Creo yo.

    Y sobre los insultos. Para mi esta gente son asesinos, criminales, explotadores, y el insulto, para con ellos, me parece bien poca cosa. Saludos.

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  3. @ Wafah, se me olvidaba comentarte un pequeño ejemplo. Tú misma eres muy crítica con Gadafi, ese dictador sanguinario; con la casa real Saudí, esos sátrapas; incluso con las injusticias que ocurren en los países musulmanes, con esa élites viviendo a todo trapo mientras el pueblo pasa hambre.

    Bueno. Bien.

    ¿Y qué estructura económica crees que tenemos en Occidente? ¿Qué diferencia existe entre su estructura y la nuestra?

    ¿Una supuesta democracia, una supuesta libertad, una supuesta libertad de prensa, una supuesta redistribución de la riqueza, una supuesta independencia jurídica?

    Todo eso son supuestos y están proceso de demolición porque se nos ha dicho, y se nos repite, que lo único importante es la economía, salvar a la banca, salvar los mercados financieros, cumplir con los pagos de unos intereses que varían caprichosa y especulativamente de mes en mes. Eso es lo correcto y es lo que está por encima de todo.

    Si lees los periódicos, supongo que sí, pues te interesa mucho la política, habrás leído que el FMI ha "entonado el mía culpa", pobrecitos, porque justo dos semanas antes de lo acontecido en Egipto, o en Túnez, habían elogiado la economía y las medidas económicas de estos dos países. Dicen ahora: "miramos sólo la macroeconomía, pero no miramos que la desigual distribución de la riqueza". Pues menuda sorpresa. Como si al FMI le importara lo más mínimo la distribución de la riqueza, la justicia social o el hambre.

    Pues bueno, yo en mi artículillo estoy llamando a todos estos sátrapas, los de allí y los de aquí, a sus señoras, las de aquí y las de allí, perras enjoyadas, que es justo lo que son. Y sinceramente... No entiendo que te des por aludida. Saludos.

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