Esta sería la secuencia lógica del pastor Terry Jones. Tras anunciar que quemaría decenas de ejemplares del Corán durante el aniversario del 11-S y después suspender sus propósitos, en la actualidad ha manifestado que "nunca quemaremos el Corán", así que el siguiente paso lógico en esta extraña e insustancial toma de posiciones, es que el señor Jones siga recapacitando y se convierta al Islám.
La conversión podría parecer disparatada, pero si un pastor con una pequeña comunidad de 50 seguidores logra negociar con la Casa Blanca y aparecer en todos los diarios y periódicos mundiales, cosa que costaría mucho dinero y esfuerzo conseguir, lo siguiente, rizando el rizo de quien orquestó y preparó todo este montaje mediático, es que Jones vea la verdadera luz y comience a contarnos las maravillas del Islam, lo equivocado que estaba, y lo infalible que es la Sharia cuando se trata de lapidar, cortar manos y dar unos cientos de buenos azotes.
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