jueves, 20 de mayo de 2010

Por el pluralismo y la convivencia

La Fundación Pluralismo y convivencia, dependiente del Ministerio de Justicia de España, nos va a poner las pilas a todos. Parece ser que en las series de ficción españolas prima el laicismo, satanás, satanás, y esta fundación ha llegado a la sabia conclusión de que esto es intolerable. ¿Dónde están los musulmanes, los judíos, los buditas, los animistas, los satanistas, los protestantes, los testigos de Jehova, y ... esto... a sí, y los católicos? ¿Cómo es que la gente no reza, ni discute sobre dios y el demonio en esas series españolas, donde salen putas, drogadictos, maricones, ladrones, políticos y toda ralea de gentuza sin escrúpulos morales? ¿Pero dónde se ha visto eso? ¿Cómo no llevan gurka las coprotagonistas para que nos vayamos acostumbrando de una maldita vez al Nuevo Orden Mundial? ¿Cómo no degüellan un cordeno ni que sea en el capítulo diez?


Pues eso, que nos vayamos preparando. Aún tenemos la suerte de que no hay serie norteamericana, ni película norteamericana, claro, y creo que esto es así incluso en las de extraterrestres, en la que no salga un judío, que para algo hicieron las pirámides, dicen ellos, y Hollywood, y la banca, y todas las guerras mundiales, y el sionismo, y la religión cristiana, y la protestante, y la masonería, y la revolución francesa, y el comunismo, y por descontado... en fin, es que como ellos lo crearon todo, es normal que aparezcan en todo lo que hacen los norteamericanos, pero nosotros, pobres pecadores... ahí estamos, con algún maricón, un par de drogadictos, una chacha, algún policía, un tío con espada, o trabuco, en fin, minudencias que nos dejan a la altura del betún.


Puede que nosotros ya no tengamos solución, pero los más pequeños merecen ser salvados. La nueva versión de los teletubis será la de un teletubi musulmán, otro protestante, otro budista y el violeta, que creo es el homosexual, para contentar al clero y que no desentone, será católico. Así los niños se irán acostumbrando a ver a un teletubi degollar a un cordero, al otro orar ante un muro de piedra, al otro aceptar ser rico porque es lo que le toca en esta vida, y al católico... bueno, a este lo pondrán jugar con unos supositorios, les dirán que son supositorios, de lo más sicodélicos. Así los niños se acostumbrarán al mundo moderno, que nosotros ya estamos a las puertas del infierno y no vale la pena que esta gente dependiente del Ministerio se ocupe de nuestra alma inmortal. De verdad que no vale la pena.

No hay comentarios:

Publicar un comentario