La realidad siempre supera a la ficción. Que vida. Resulta que en el nada o poco sospechoso de ser izquierdista diario ABC, se han despachado con un artículo en el que cuentan parte de toda la basura que la actual crisis nuclear, ha ido sacando a la luz sobre las centrales nucleares japonesas. Los técnicos nucleares japoneses se han quedado como Chinchán, con el culo al aire pero más cabreados que el “cerdito valiente” el día de San Martín.
Parece como si un tal Homer Fukushima, hubiera sido el encargado del mantenimiento de las centrales nucleares japonesas.
Informes de seguridad falseados, ocultación de grietas, ocultación de defectos en las instalaciones, trabajadores contaminados, un panel eléctrico de control de seguridad de válvulas de refrigeración diez años sin ser revisado, más de 33 piezas de suma importancia para la seguridad de la planta sin revisar...
En el país tecnológicamente más avanzado del mundo, con una de las sociedades más laboriosas y reponsables hasta llegar al suicidio, resulta que sus centrales nucleares son como la de Springfield, sus técnicos de seguridad simples Homer Simpson y los dueños unos señores Mongomery Barns, que decidieron no refrigerar los reactores nucleares con agua de mar porque eso los inutilizaría para siempre, y menuda pérdida económica habría sido eso. De todas formas, como no ocurrió ningún milagro y la cosa se puso calentita, igualmente tuvieron que recurrir al agua de mar cuando ya estaba todo bien torradito. Lo de emplear robots en lugar de ingenieros u operarios, expuestos a altas y mortíferas radiaciones, también parece que es un gasto inasumible y se prefiere recurrir al suicidio de esforzados y sumisos nipones dispuestos a lo que haga falta.
Para colmo de males, estos defectos de mantenimiento parecen ser tan generalizados en el tecnológicamente avanzado Japón, que Taro Kono, un diputado del opositor Partido Liberal Democrático (PLD), no duda en afirmar: «Hace tiempo que pienso que todo el sistema es una basura».
Pero no seamos tan duros con los japoneses. Es casi seguro que las centrales nucleares españolas, dos de las cuales, Valdellos y Ascó, están construidas justo sobre una falla tectónica, cosa de nuestros cerebros grises nacionales, están disponibles para lo que haga falta, que no estaría nada mal subirles la moral a los japoneses y demostrar que con un poco de yeso, el aluminio de una lata de Coca-cola, un botijo para refrigerar el sistema y algo de imaginación, una central nuclear es segura y aguanta lo que le echen.
A cincuenta kilómetros escasos de Nueva York existe otra central, esta vez norteamericana, considerada la central más peligrosa de los EE.UU, y como no, también construida sobre una falla tectónica. ¿Será casualidad esta predilección internacional por construir las centrales nucleares justo sobre fallas del terreno? ¿Será todo esto fruto de un complot de aliegínenas que se alimentan de radioactividad? ¿Exigieron ellos que a cambio de facilitar la tecnología atómica, la cuarta parte de las nucleares del planeta se construyeran sobre fallas téctónicas? ¿Conseguirá Chinchán, o en su defecto el Cerdito Valiente, o incluso el ejército de Kasucaba, o Ultra-heroe, sacarnos de esta?
Sólo el viento lo sabe.
Yo creo que lo de la centrales japonesas es culpa de la masonería internacional...ya lo estoy viendo, jajajajaja. Es broma. Saludos.
ResponderEliminar..... la "chapuza" nuclear mudial..., mas, los residuos, generados desde hace mas de 40 añños ...
ResponderEliminarWafah, no te quepa la menor duda de ello. Saludos.
ResponderEliminar@ sinrrumbo. Creo que todo esto de la crisis nuclear y su coste para el país, lo pondrán en el recibo de la luz de los japoneses. Deberían hacerlo. De esta forma saldriamos de dudas y podríamos hablar con propiedad de cual es el precio de la energía nuclear. Saludos.
ResponderEliminarComo la realidad siempre supera a la ficción, un canal de televisión suizo (en alemán) censurará los episodios de los Simpson que incluyan accidentes, chapuzas o incidencias nucleares.
ResponderEliminarDespué alguien dirá que esto no es censura, que es simplemente para no alarmar a la población. El caso es que Suiza tiene varias centrales nuclerares y el realismo nuclear del encargado se seguridad nuclear Homer Simpson, es una propaganda negativa para la industria nuclear suiza. A fin de cuentas, Homer es el encargado de seguridad de la central por su absoluta incompetencia.