domingo, 20 de febrero de 2011

Holocausto sefardita en Israel.

Barry Chamish es un ciudadano israelí que ha dejado en internet un resumen de un documental emitido en la televisión israelí Canal 10. El original es en inglés y aquí se ha alterado el texto, escrito en primera persona, dándole una redacción de lectura más neutra.


El 14 de agosto, a las 9 PM, la estación de la televisión israelita, Canal 10, rompió con todo lo convencional y expuso el secreto más horrible del trabajo de los fundadores sionistas de Israel: la radiación masiva y deliberada de casi todos los niños Sefarditas.


La revelación comenzó con la presentación de un documental llamado, 100.000 Radiaciones, y concluyó con un panel de discusión moderado por el presentador de televisión Dan Margalit, algo sorprendente porque Margalit es tristemente famoso por estar cerca de la línea del establishment.


Los detalles del documental:


En 1951, el director general del Ministerio de Salud israelita, Dr. Chaim Sheba voló a EEUU y volvió con 7 máquinas de rayos X. Las máquinas le fueron proporcionadas por el ejército norteamericano.


Estas máquinas serían utilizadas en un experimento atómico masivo sobre una generación completa de jóvenes Sefarditas. Cada niño sefardita redibió en su cabeza una dosis de rayos X 35.000 veces mayor a la normal. Por hacer esto, el gobierno norteamericano le pagó al gobierno israelí 300 millones de liras israelitas por año. El presupuesto total de Salud era de 60 millones de liras. El dinero pagado por los norteamericanos es equivalente a miles de millones de dólares de hoy en día. Para engañar a los padres de las víctimas, los niños fueron llevados a “viajes escolares” y a sus padres se les dijo después que las irradiaciones eran un tratamiento para la peste del “ringworm”(tiña, hongos, radiacion para los hongos de la piel!!!) del cuero cabelludo. Unos 6.000 de los niños murieron poco después de recibir esta radiación y muchos de los restantes desarrollaron cánceres que los fueron matando con el tiempo, otros, todavía hoy continúan muriendo.


Durante toda su vida, las víctimas padecieron de desórdenes como epilepsia, amnesia, enfermedad de Alzheimer, dolores de cabeza crónicos y psicosis.


Sí, ése es el tema del documental. Otra cosa ver a las víctimas en la pantalla. como por ejemplo: Ver a la señora marroquí describir lo que se siente al recibir dosis 35.000 veces mayores que las aceptables en su cabeza.


“¡Grité!, ¡Haga que el dolor de mi cabeza se vaya!…. ¡Haga que el dolor de mi cabeza se vaya!… ¡Haga que el dolor de mi cabeza se vaya!. Pero éste nunca se marchó”.


Mirar el caminar agachado por las calles de un hombre barbudo.


“Tengo cincuenta años y todos piensan que estoy en los setenta. Tengo que inclinarme cuando camino para no caer. Ellos se llevaron mi juventud con esas irradiaciones.”


Mirar a la anciana que administró las dosis a miles de niños.


“Ellos los trajeron en filas. Primero sus cabezas fueron afeitadas y untadas con un gel que ardía. Luego se les puso una pelota entre sus piernas y se les pedía a los niños que no la dejaran caer, para que no se movieran. Los niños no fueron protegidos sobre el resto de sus cuerpos. No habían trajes protectores de plomo para ellos. Me dijeron que yo estaba haciendo un bien ayudando a quitar el ringworm de sus cabezas. ¡Si hubiese sabido los peligros que era aquello para los niños, yo nunca habría cooperado. Nunca! ”


Dado que la totalidad del cuerpo se expuso a los rayos, la composición genética de los niños fue a menudo alterada, afectando así a la próxima generación. En la pantalla una mujer con su cara torcida explica: “Mis tres niños tienen los mismos cánceres que han afectado a toda mi familia. ¿Va a decirme Usted que eso es sólo una coincidencia? ”


Todos se dan cuenta que las mujeres Sefarditas que han pasado los cincuenta años, a menudo tienen el pelo con un crecimiento irregular que ellas intentan cubrir con teñidos. La mayoría de los israelies suponía que era una característica propia de las mujeres sefarditas. Vimos en pantalla a la mujer que lleva una gorra de beisbol mostrando una foto de una joven adolescente encantadora con un pelo negro fluido, justo lo opuesto al actual. “Ésa era yo antes de mi tratamiento. Ahora míreme.” La señora se quita su sombrero y ni siquiera la tintura roja puede cubrir las horribles cicatrices y manchas de calvicie.


La mayoría de las víctimas provenían de Marruecos porque ellos eran los inmigrantes más numerosos de los sefarditas. La generación envenenada se transformó en los perpetuos pobres del país y la clase delictiva. No tenía sentido. Los sefarditas que huyeron a Francia se hicieron prósperos y muy educados. La explicación común era que Francia recibió a los ricos, por lo tanto los más inteligentes. La explicación real es que a los niños judíos marroquí-francés no les frieron las células de sus cerebro con rayos gamma.


El reportaje fílmico dejó perfectamente claro que esta operación no fue un accidente. Los peligros de los rayos X eran conocidos desde hacía más de cuarenta años. Las pautas oficiales para el tratamiento con rayos X en 1952 eran claras. La dosis máxima para irradiar a un niño en Israel era 0.5 rad. No se cometió un error. Los niños fueron envenenados deliberadamente.


David Deri, hace notar que sólo niños sefarditas recibieron las radiaciones.


“Yo estaba en clase y unos hombres vinieron para llevarnos de excursión. Ellos preguntaron nuestros nombres. Los niños askenazis fueron devueltos a sus asientos. Sólo los niños morenos fueron subidos al autobús.”


El documental presenta a un historiador que primero da una corta charla del movimiento eugenésico. Mordaz más tarde, el historiador declara que la operación ringworm era un programa de eugenesia apuntado a desyerbar las percibidas como débiles semillas de la sociedad. El documental cita a dos conocidos líderes judíos racistas anti-sefarditas, Nahum Goldmann y Levi Eshkol.


Goldmann pasó los años del Holocausto primero en Suiza, dónde sabemos con certeza, prestó poca ayuda a los refugiados judíos. Tras aquello voló a Nueva York para ponerse a la cabeza del Congreso Judío Mundial encabezado por Samuel Bronfman. Según el escritor canadiense Mordecai Richler, Bronfman había acordado un trato con el Primer ministro Mackenzie King para prevenir la inmigración de judíos europeos a Canadá.
Pero el papel de Levi Eshkol en el Holocausto fue mucho más siniestro. No estaba ocupado sólo en salvar vidas. Eshkol estaba ocupado aprovechándose de ellos en lugar de salvarlos . En una biografía de Levi Eshkol del sitio web gubernamental israelita se puede leer:


“En 1937 Levi Eshkol jugó un papel central en el establecimiento de la Compañía de Agua Komorot y en este rol fue fundamental para convencer al gobierno alemán que permitiera que los judíos alemanes emigraran a Palestina llevando consigo parte de su patrimonio y recursos, principalmente en la forma de equipos de trabajo Made in Germany.
Mientras la judería mundial estaba boicoteando al régimen Nazi en los años treinta, la Agencia judía en Jerusalén estaba apoyando a Hitler. Un trato, llamado “El Acuerdo de Transferencia” fue cerrado, en donde los Nazis cazarían a los judíos de Alemania para enviarlos a Palestina y los Líderes Sionistas obligarían a los inmigrantes a usar sus recursos para comprar sólo bienes alemanes. Una vez que la Agencia Judía consiguió a los judíos alemanes que necesitaba, es decir a aquellos que ellos mismos secretamente adoctrinaron en el anti-judaísmo de Shabtai Tzvi y Jacob Frank, ellos le permitieron a los Nazis hacerse cargo del resto de los judíos europeos. El Holocausto fue un programa eugenésico y Levi Eshkol jugó un importante rol allí.”


La señora marroquí vuelve a aparecer en pantalla. “Fue un Holocausto, un Holocausto de Sefarditas. Y lo que yo quiero saber es por qué nadie se puso de pie para detenerlo.”


David Deri, en el documental y ahora como un miembro del panel, relata la frustración que él sintió al intentar encontrar los archivos médicos de su niñez .


“Todo lo que yo quería saber era que fue lo que ellos me hicieron. Quise saber quién lo autorizó. Quise rastrear la cadena de ordenes. Pero en el Ministerio de Salud se me dijo que mis archivos estaban extraviados.”


Boaz Lev, el representante del Ministerio de Salud dice, “Casi todos los archivos se quemaron en un incendio.”

NOTA: a partir de este punto parecen apreciaciones personales, en primera persona, de Barry Chamish que son complementarias a lo expuesto en el documental.


Así que decidimos ayudar al Sr. Deri a rastrear la cadena de ordenes. Pero ahora yo debo introducirme en la revisión. Hace aproximadamente seis años, investigué el secuestro de unos 4.500 niños, principalmente infantes y niños Yemenitas, durante los primeros años del estado de Israel. Me reuní con el líder del Movimiento de los Niños Yemenitas, el Rabino Uzi Meshulum, encarcelado por intentar conseguir llegar a la verdad. Este rabino fue devuelto a casa después, en estado vegetativo del cual no se ha recobrado. Según Uzi Meshulum, los niños secuestrados fueron enviados a Norteamérica para morir cruelmente en experimentos nucleares. El gobierno norteamericano había prohibido test en humanos y necesitaba conejillos de Indias. El gobierno israelita estuvo de acuerdo en proporcionar a los niños yemenitas a cambio de dinero y secretos nucleares. El iniciador del programa nuclear de Israel fue el Director General Ministro de la Defensa Simón Pérez.


El Rabino David Sevilia de Jerusalén, corroboró el crimen e incluso mostró fotografías de las cicatrices por la radiación en los pocos niños sobrevivientes, así como de las jaulas en que los infantes fueron enviados a Norteamérica.


Volvemos al documental. Se nos dice que una ley norteamericana a fines de los años 40 puso fin a los experimentos de radiación humana llevados a cabo en prisioneros, en débiles mentales y otros similares. El programa atómico norteamericano necesitaba una nueva fuente de ratas humanas de laboratorio y el gobierno israelita se lo proporcionó.


Aquí está el gabinete gubernamental en el momento de las atrocidades del ringworm:

Primer ministro – David Ben Gurion
Ministro de Finanzas – Eliezer Kaplan
Ministro de Asentamientos – Levi Eshkol
Ministro del Exterior – Moshe Sharrett
Ministro de Salud – Yosef Burg
Ministro del Trabajo – Golda Meir
Ministro del Interior – Amos Ben Gurion


El puesto más importante que no estaba en el gabinete perteneció al Director General del Ministerio de la Defensa, Simón Péres.


Que un programa que involucra el equivalente a miles de millones de dólares de los fondos del gobierno norteamericano, fuera desconocido para el Primer Ministro de un Israel con dificultades financieras es ridículo. Ben Gurion estaba involucrado en los horrores e indudablemente escogió a su hijo para estar a cargo de la policía (ministro de Policía) en caso de que cualquiera interfiriera con ellos.


Ahora, déjenos dar una mirada rápida a los otros conspiradores, empezando con el Ministro de Finanzas Eliezer Kaplan. Él se ocupó de las ganancias de la operación y fue premiado hasta la eternidad con un hospital con su nombre cerca de Rehovot. Pero él no está solo en este honor. El fanático racista Chaim Sheba que llevó a cabo “Ringworm Incorporated” tenía un complejo médico entero con su nombre. Es innecesario decir que si existe un gramo de decencia en la profesión médica local, aquellos nombres de hospitales tendrán que cambiar.

Luego está Yosef Burg, quien, insisten los líderes del Movimiento de los Niños Yemenitas, fue el máximo responsable de los secuestros de sus infantes en aquel entonces. Como Ministro de Salud, con certeza jugó un papel crucial en los asesinatos del Ringworm. Ésa sería una buena forma de explicar la conducta peculiar de su hijo, el pacificador, Avraham Burg.

Otra cuestión a no olvidar es la de Moshe Sharrett, que arrestó al Rabino Yoel Brand en Aleppo en 1944 por proponer una manera práctica de salvar a 800.000 judíos atrapados en Hungría. La cita más conocida de Sharrett es, “Si Simón Péres alguna vez entra a este gobierno, yo rasgaré mi ropa y empezaré a llevar luto.” Varios activistas de los Niños Yemenitas me dijeron que Sharrett estaba refiriéndose al secuestro de los niños Yemenitas cuando él hizo esta declaración.

Otros historiadores aficionados aseguran que Levi Eshkol anunció abierta y orgullosamente su creencia en los principios de Shabtai Tzvi, pero no se ha conseguido confirmar esta denuncia como cierta. Sin embargo, Eshkol, durante el período de las radiaciones, sirvió primero como Ministro de Asentamientos, luego tomó el lugar de Kaplan como Ministro de Finanzas. De su biografía:


“En 1951 Eshkol fue designado Ministro de Agricultura y Desarrollo, y de 1952 a 1963 – una década caracterizada por el crecimiento económico sin precedentes a pesar de la carga de financiar la absorción inmigrante y la Campaña del Sinaí en 1956 – Eshkol sirvió como Ministro de Finanzas. Entre 1949 y 1963, Eshkol sirvió también como jefe máximo de la División de Asentamientos de la Agencia judía. En los primeros cuatro años del estado, él fue también tesorero de la Agencia judía, principal responsable de obtener los fondos para el desarrollo del país, absorción de las olas masivas de inmigrantes y equipamiento para el ejército.”


Para abreviar, Eshkol fue la persona con mayor responsabilidad para los inmigrantes de Israel, aquellos que él envió a las cámaras de tortura por radiación.


Finalmente está Golda Meir. No conocemos su rol, pero ella mantuvo el secreto y fue premiada por ello. Note que cada Primer Ministro posteriormente hasta 1977, cuando el honorable Menachem Begin fue elegido, vino de esta cábala. Y también note, que nadie de lo que se llama el Derecho Hoy, era desconocido a la matanza de los niños sefarditas.
Aplique esa lección a un hecho contemporáneo: Son los descendientes de éstos carniceros los que nos trajeron la “paz” de Oslo y están determinados a sacar fuera a los colonos de Judea, Samaria y Gaza tan ciertamente como ellos trataron a los judíos morenos inferiores antes de que entrararan en sus engranajes cincuenta años antes.


Ahora trate de imaginar que es el año 1952 y usted está en una reunión ministerial. Estará debatiendo si se envía a los bebés Yemenitas a Norteamérica para su desintegración final, o si les desintegra aquí. Éso es lo que los luciferanos, satánicos sabáticos fundadores de nuestra nación estaba parloteando cuando se juntaban a discutir los asuntos de estado.-

Cuando acabó el documental, el presentador de televisión, Dan Margalit, intentó poner buena cara a aquello que había presenciado. Cualquier cara tenía que ser mejor que aquella que había visto. Explicó dócilmente: “Pero el estado era pobre. Era una cuestión de sobrevivencia día a día”. Entonces se detuvo. Él supo que no había ninguna excusa para las atrocidades que soportaron los niños sefarditas.


Pero fue el cantante marroquí (participante en el coloquio) quien resumió de la mejor forma la experiencia. “Va a herir, pero la verdad debe ser contada. Si no, las heridas nunca sanarán.”


Hay una persona viva que sabe la verdad y participó en las atrocidades. Ese es el Líder de la Oposición, Shimon Perez, el pacificador. La única manera de conseguir la verdad y empezar la curación es investigarlo por su papel en el secuestro de 4.500 infantes Yemenitas y el envenenamiento masivo de más de 100.000 niños y jóvenes sefarditas.


Pero aquí es por qué eso no pasará. Es un milagro que "100.000 Rad" fue exibido. Claramente, alguien luchó por esto pero tenía que aceptar un compromiso. La muestra salio al aire al mismo tiempo que el show más visto en Israel, el final de Israel, Ha Nacido una Estrella. Al día siguiente no hubo ni una palabra de 100.000 Rad en algún diario, pero la fotografía de la nacientemente nacida estrella ocupaba la mitad de las páginas de portada.


Así es como la verdad se entierra en Israel y de algún modo, estos trucos funcionan. Los mismos métodos fueron usados para cubrir al asesinato de Rabin.

Sin embargo, unos pocos de cientos de miles de personas vieron la película en sus pantallas y ellos nunca se olvidarán de la verdad. Si el asesinato de Rabin no entierra al Sionismo Laborista para siempre, entonces "100.000 Rad" eventualmente podría hacerlo.

2 comentarios:

  1. Ya se sabe, a veces la realidad...

    Lo malo es que la mayoría, el rebaño, no se para a pensar un instante sobre nada de esto, prefieren que otros piensen por ellos.

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  2. La realidad es mucho peor que eso. La gente no quiere saber nada, no quiere pensar sobre nada, no quieren complicarse con nada, quieren ser convencidos, exigen ser convencidos porque la realidad artificial que nos han montado está basada en repetir una y otra vez las mismas mentiras. Asi que lo que no se repite hasta la saciedad en todas partes, lo que los papagallos no repiten, no existe. Todo lo que exija un esfuerzo, no existe. Es asi de triste. La mayoría ya son, piensan y sienten como los borregos, como si fueran ganado.

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