Yo siempre lo sospeché. Y especialmente, cuando me enteré de que el nombre geroglífico de Tutankamon, en correcto castellano, se debería decir: Tutanjamón, ya no tenía ninguna duda al respecto; ese tío era, como mucho, de Albacete.
Resulta que lo que para nosotros siempre ha sido obvio, que ya lo dicen las coplillas esas de "y tengo sangre de reyes" pues han ido unos investigadores de Zurich, que aunque el laboratorio esté, pongamos por caso, en un sótano lleno de mohó, arañas como centollos y ratas muertas, pero ojo, en Zurich, ya tienes mucho ganado de cara a la parroquia, pues eso, que según unos investigadores del instituto IGENEA , los españoles somos parientes de Tutanjamón. Que ya va siendo hora de llamarlo por su verdadero nombre.
Esto nos convierte en herederos, por la rama que sea, aunque tengamos que recurrir al chimpancé guineano, de los tesoros dejados por dicho faraón. Sí, sí, claro, muchos ya estarán pensando que mucho más oro, piezas preciosas y plata hay en los galeones españoles hundidos por medio mundo, pero eso es muy trabajoso de recuperar. Ya se encargarán los yanquis de apropiarse de ello. Lo que hay que hacer es reclamar la herencia de Tutanjamón. Para hacerlo, como siempre pasa, nos vamos a tener que pelear con la pérfida Albión, con los británicos, que también en un 70%, como los españoles, se suponen emparentados con Tutanjamón. Pero como quiera que otro estudio de ADN viene a decir que ellos descienten de nosotros... Pues nada, que son segundos en el reparto. Los otros con los que hay que pelear son los franceses, un 60% de supuestos parientes. En este caso, dada la población actual de Francia... Puede que hace cien o doscientos años fueran un 60% el porcentaje de franceses emparentados con Tutanjamón, pero en la actualidad si llegan al 30% pueden dar saltos de alegría.
El caso es que con los únicos con los cuales no vamos a tener que pelearnos por la herencia es con los egipcios, porque sólo el 1% de los egipcios actuales comparten linaje con Tutanjamón.
Se me olvidó comentar la obviedad de que esos primeros españoles que cruzaron el atlántico para colonizar las islas británicas, perdieron al cocinero durante la travesía.
ResponderEliminarAl final somos todos primos.
ResponderEliminarUnos más que otros, es cierto, pero con un pasado y un origen común que explica muchas cosas.
Saludos.
¿Tutanjamón? ¡En la vida había escuchado eso!
ResponderEliminarNo creo que lo del jamón case mucho con los egipcios, jajajajaja, y menos ahora en ramadán. Saludos.
ResponderEliminarHola Soldado Vikingo. Lo de Tutanjamón lo puedes comprobar en el enlace clicando en el nombre. En la encliclopedi cubana no se cortan y lo llaman todo el rato Tutanjamón, que sería lo correcto.
ResponderEliminarHola Wafah. Es evidente que los egipcios faraónicos no tenía el ramadán. La religión más parecida, en su parafernalia, con la religión egipcia faraónica es la católica.
ResponderEliminarCasi todo lo del cristianismo católico es una copia de tradiciones anteriores muchas de las cuales procedían de Egipto, o eran comunes a las que tenían los egipcios, que como es evidente son los que más restos han dejado sobre según que asuntos. Sobre otros no se molestaron demasiado en dar explicaciones. Un ejemplo de ello es el tema de las pirámides. Se supone que ya en aquel tiempo el cerdo era considerado un animal impuro, pero el caso es que según algunos arqueólogos, se han encontrado restos de cerdos, lo cual parece indicar que se criaba y se consumía, igual que hoy en día hacen los egipcios cristiano-coptos. Ante esto, algunos historiadores han soltado la teoría que se criaban cerdos para satisfacer las necesidades de los visitantes extranjeros??? Bueno, todo es siempre un poco raro. Saludos.